Hoy estaba previsto que en las
Cortes de Castilla y León, lugar donde en teoría deberíamos sentirnos
representados todos los castellano-leoneses, se firmara un manifiesto por todos
los partidos políticos con representación parlamentaria, en el cual se
comprometen a abordar, de una vez, el problema de los afectados por hepatitis
C, suministrando tratamientos para todos ellos.
Sí, no os extrañéis, TODOS los
partidos políticos, incluido el PP, ya que así lo manifestó en su momento.
Sin embargo y emulando al
refranero español, que de otra cosa no presumen pero de ESPAÑOLES… “donde dije
digo digo Diego”. En resumidas cuentas que la firma del manifiesto la posponen
hasta las doce del mediodía cuando el resto de partidos políticos lo firman a
las diez y treinta y minutos. O lo que es lo mismo “si hay que ir se va, pero
ir pa’na…”
Y claro, ahora sí, a partir de
ese momento ya comienzan a cuadrar las cosas… por dios que susto nos había dado
el PP haciéndonos creer que por una vez iban a ser sensibles al problema de un
colectivo, que no está pidiendo otra cosa que el suministro de un tratamiento
que cura la enfermedad que padecen.
Y lo mejor de todo es que
todavía, algunos de nosotros, a estas alturas de la película y con lo que
llevamos visto, todavía pensábamos que iba a firmar. Hay que joderse, lo
ingenuo que puede llegar a ser el ser humano, sobre todo cuando tiene la
esperanza de que su problema, que no es otro que VIVIR, se resuelve con buena
voluntad, sensibilidad y la financiación adecuada.
Ay amigo, no has dicho nada: “La
financiación adecuada…” que según los cálculos del gobierno de Herrera
ascendería a 80 millones de Euros y compromete seriamente, según el Portavoz
del PP en las cortes de Castilla y León el cumplimiento de estabilidad
presupuestaria. Y claro luego viene “El Tío de la Vara”, es decir, Montrolo y
nos tira de las orejas. Y mientras tanto a los afectados por hepatitis C, que
les den…. que no hay dinero y hay que pedir un crédito extraordinario para
ellos.
Y mientras todo esto sucede, uno
le va dando vueltas a la cabeza y se acuerda de una pista de esquí que se
construyó en Villavieja del Cerro (Valladolid), presupuestada en 4,7 millones
de euros y que terminó costando 12 millones de euros y que hasta la fecha ha
tenido el mismo uso que el aeropuerto de Castellón, o sea, ninguno, ya que el
Tribunal Constitucional le dio la razón a los ecologistas en sus pretensiones.
Se acuerda uno también de la
Ciudad del Medio Ambiente que la Junta de Castilla y León decidió, por su cuenta
y riesgo, y contra viento y marea, levantar en Garray (Soria) y el como casi
siempre, otra vez, el Tribunal Constitucional la declaró ilegal. Pero eso sí,
52 millones de Euros “volaron” de las arcas de la Comunidad. Por cierto
¿alguien sabe de quién son los terrenos en los que se construyó?
Y más recientemente me acuerdo,
como no podía ser de otra manera, del escándalo de la concesión de parques eólicos
en Castilla y León, en donde todo apunta a que más de uno ha hecho lo que no
debía y vete tú a saber lo que nos habrá costado a los castellano-leoneses,
este nuevo desaguisado…
Así que por favor, no me hablen
de dinero…. porque dinero hay, por lo menos cuando quieren y para quien
quieren.
¡¡¡¡TRATAMIENTO PARA
TODOS!!!!